domingo, 16 de noviembre de 2008

Ciclo Julio Llamazares

Hoy toca hablar de un escritor y periodista leonés. Su nombre es Julio Llamazares, nació en el desaparecido pueblo de Vegamián, León el 28 de marzo de1955 poco antes de que el pueblo quedase inundado por el embalse del Porma. Licenciado en Derecho, abandonó el ejercicio de la profesión para dedicarse al periodismo escrito radiofónico y televisivo en Madrid donde reside actualmente.

Me pregunto porque a este escritor no me lo enseñaron mi colegio, porque me hablaron tan poco de él en mi instituto, porque en el viejo reino no se da a conocer a este hombre, ya que es uno de los escritores más en auge de la actualidad. En vez de quejarnos que nos quitan, de que nos roban, deberíamos impulsar más lo nuestro y luchar por ello. En fin, reflexiones personales al margen, estos son los tres libros suyos que me he leido desde verano:

El río del olvido
El río del olvido relata el viaje a pie del autor, en el verano de 1981, a lo largo de todo el curso del río Curueño, «el solitario y verde río que atraviesa en vertical el corazón de la montaña leonesa», en palabras del propio Julio Llamazares, quien volvió así a los parajes en que habían transcurrido todos los veranos de su infancia. Las apuntaciones de aquel viaje han servido hoy para la redacción de un libro que «no es, pues sólo, la memoria del paisaje —los paisajes— del Curueño, sino también la memoria del camino. Memoria de un paisaje que el viajero volvió a ver con la sospecha de haber regresado a un río y a un mundo desconocidos y memoria de un camino que el viajero recorrió con la convicción cada vez más asentada de que los caminos más desconocidos son los que más cerca tenemos del corazón». El río del olvido, obra conmovedora y de contenida belleza en su profunda veracidad, representa una cima en la prosa narrativa de Julio Llamazares.

Luna de lobos

Ramiro, Gildo y Ángel, tres soldados republicanos de León, huyen en plena noche de las represalias del frente victorioso que ha ocupado su tierra. Refugiados en el monte, siempre al abrigo de la oscuridad de las minas abandonadas, de las cuevas o de la noche, ven pasar los meses mientras tratan de encontrar la forma de sobrevivir y de escapar al infierno de la clandestinidad. De esta manera se manifiesta un instinto primario que puede llevar un hombre acosado hacia la violencia.

El cielo de Madrid

En el último cuarto del siglo XX, en España se produjeron el final de la dictadura, la llegada de la democracia, el despertar al mundo y a la libertad, y nacieron y se abandonaron algunos sueños... En medio de esas turbulencias, Carlos y sus amigos, un grupo de artistas y escritores que, como tantos a lo largo de la historia, llegaron a Madrid buscando el triunfo, pasan de la inocencia a la madurez, de la juventud al éxito o al fracaso, y encuentran que ni el éxito ni el fracaso son como ellos se habían imaginado.
Crónica generacional, El cielo de Madrid es también una reflexión sobre la búsqueda de la felicidad, que para el protagonista-narrador y sus amigos simbolizan el cielo de la ciudad y el que hay pintado en el techo del bar en que se reúnen todas las noches. Julio Llamazares regresa a la novela con esta historia que parece más soñada que real, como la ciudad que su protagonista pinta mientras la vive.

1 comentario:

Lamas dijo...

Así me gusta!! culturizando a la peña!! Yo doy gracias por conocer a Gil y Carrasco... que si no llega a nacer en Villa, yo creo que aún hoy no hubiera sabido nada de él!!
Un saludo!!