miércoles, 25 de noviembre de 2009

Me dejo seducir por el billete de ida
a la estación de los sueños,
montado en el tren de la ilusión.

A veces se detiene
y por las vías pasea la victoria
secuestrada por el fracaso.

Ando con pies de plomo,
pero ese tren, lo vuelvo a coger.

¿Quién se atreve a decirme

que no siga por ese camino
cuando estoy apunto de pisar
por penúltima vez
las miles de piedras
que me harán tropezar?
Seguramente, no conozca mis fuerzas
para levantarme de nuevo,
ni sepa, como dijeron otros,

que un paso atrás, ni para coger impulso.

Y aunque se interpongan días oscuros
en este sol de infancia
y el único avituallamiento
sean las migajas de mi zurrón
y de la bota de vino solo caiga
una gota de esperanza,

y a mi ave fénix le hagan jaque mate,
nada me detendrá si sé
que bajo el reloj de aquella estación
me estás esperando tú.


Abel Aparicio González - 2009


viernes, 20 de noviembre de 2009

Un internacionalista leonés en el olvido: Buenaventura Durruti

Como suele pasar, y ya son demasiadas veces, otro leonés es más conocido fuera de nuestra tierra que dentro. Buenaventura Durruti vivió en León y Matallana hasta los 24 años, edad en la que emigro a Barcelona.












Allí le pilló la guerra civil, y allí surgió la columna Durriti, que partiría hacia Zaragoza combatiendo al fascismo, ese que ya se estaba instaurando en Europa a manos de Hitler y Musolini. Esta columna fue maltratada por los otros enemigos de la libertad, los comunistas (y que me perdone Dolores Ibarruri, el resto, tal para cual), dejando ya clara su postura, toda la resistencia al franquismo es nuestra, si no, voy a por tí, como bien muestra la película Tierra y libertad.

En noviembre de ese mismo año, parte con su columna hacia Madrid, para combatir a las fuerzas sublevadas, y allí, no se sabe si asesinado por sus propios compañeros a causa de acercar muchas posturas con los comunistas, si alcanzado por una bala enemiga o por una bala disparada por accidente suyo, vivió el último día de su vida, el 20 de Noviembre de 1936. Toda esta información la he sacado de libro “El corto verano de la anarquía, vida y muerte de Durruti”, de Hans Magnus Enzensberguer, el cual cogí de la estantería de mi tío, desde aquí, mil gracias.


Hoy en la plaza que le vio nacer, se inaugura un monumento en su recuerdo. Están en contra los dos bandos, los defensores de Durruti porque dicen que esto es justo lo que él no quería y los detractores, comparándolo con los monumentos eliminados de Franco, desde aquí mi opinión para los dos bandos:

  • Defensores de Durruti: A mi nadie me explico quien era este paisano nuestro; ni en el colegio, ni en el instituto, ni en ningún centro, y como yo, supongo que a la mayoría. Lo tuve que conocer gracias a un libro que pusieron en mis manos. Un poco triste para tratarse de un personaje más conocido en el resto de Europa que en su propia casa.
  • Detractores de Durruti: Vamos a ver, Franco luchaba por una dictadura, por tener al pueblo sometido, por abolir el voto femenino que ya existía en España y cualquier tipo de voto, una vez acabada la guerra lucho por asesinar a todo aquel que no pensara como él dejando su cuerpo en una fría cuneta. Al igual que el ejercito aliado en la Segunda Guerra Mundial, Durruti causo muertes al luchar contra una dictadura, la diferencia es que ahora a esos aliados se les considera héroes, y tienen sus museos, y sus reconocimientos y un largo etc; Durruti no tiene nada. Ya es hora de condenar de una vez por todas el daño que la dictadura ha causado a este país, y gente como Durruti, luchó para que eso no ocurriera, por eso, se merece un reconocimiento.

martes, 17 de noviembre de 2009

Calle del pez nº 6, nuestra casa en Madrid


El pasado viernes me sentí como en casa, rodeado de muchos paisanos, entre ellos, mi primo Víctor. La plaza era la casa de León en Madrid, casa fundada por un ilustre astorgano, Luis Alonso Luengo, historiador y gran promulgador de la historia maragata y del Reino de León.


El motivo del encuentro fue la presentación del libro “Villamor de Riello, un antiguo concejo leonés en la comarca de Omaña”, del autor José María Hidalgo, hijo de esa comarca.


En esa charla intervino el autor del prólogo, Julio Llamazares, el cual tenía ganas de conocer, ya que he leído algunas de sus obras, en especial “Luna de lobos”, libro que llevo muy dentro. En la presentación además intervinieron Cándido Alonso y Rafael Álvarez.


En esta jornada, coincidiendo con la época otoñal no pudieron faltar algunos de los productos bercianos por excelencia, las castañas asadas y un buen vino. Todo ello acompañado por alusiones a Antonio Pereira, uno de los mejores autores que ha dado nuestra tierra.

Esta jornada, tuvo también tintes reivindicativos, los cuales salieron sin estar planeados. Quiero destacar la opinión de Julio Llamazares, la cual comparto totalmente. León, siempre a actuado como fuente de materias primas, mientras que otras zonas se han enriquecido a costa de ello. ¿Cuánta parte de culpa tenemos de ello los leoneses?, yo creo que casi toda. Esta opinión es un espejo de la que en su día nos dio Eduardo Galeano, mientras que los ingleses fueron a América del Norte a construir, los europeos, entre ellos los españoles, fuimos a América Latina a explotar sus recursos naturales, pues bien, esa América Latina es León.

Y para finalizar, y volviendo al origen de todo esto, recomiendo visitar la comarca de Omaña, una de las más abandonadas y olvidadas del viejo reino leonés. Yo este verano tuve la ocasión de conocerla, y la verdad, cumplió sobradamente mis expectativas. Una vez más, me sentí en casa estando lejos.

jueves, 12 de noviembre de 2009

lunes, 9 de noviembre de 2009

El muro de un mal sueño


Con el abrigo del cinismo hemos celebrado el día de hoy.
Con las gafas de sol enfocadas hacia otro lado.
Con la felicidad de derribar una barrera,

y mientras, los que se esforzaron en hacerlo
ahora se han enfu
ndado el traje de verdugo.

Televisiones y políticos quieren reflejar
la libertad
que hoy hace veinte años un pueblo consiguió.

Pasan las páginas de este mundo global

y justo en ese instante,

a una madre palestina,

le incautan un litro de le
che en otra valla,
viendo como se derrama junto a sus lagrimas
la sonrisa de su hijo.

En el otro lado de este mundo global,
a los campesinos mejicanos
un muro en forma de
agua fría
los despierta de su sueño americano,
de igual for
ma que a esos gitanillos
no se les permite pasar de ese campo de juego
que va a dar a la portería de Europa.


Ríanse de sus audiencias,

laven sus banderas
y entonen bien el himno de la libertad,
pero no nos quieran engañar.
Dirigíanse a esos muros
,
enciérrense en ellos

y si tienen dignidad

actúen como las avestruce
s,
aunque antes,
deben derribar la estupida línea
que divide ríos y montañas,
q
ue divide ilusiones,
que divide, seres humanos.


Abel Aparicio González - 2009

Graffiti en el muro de Cisjordania.



Graffiti en el muro de EEUU - México.


Muro en el poblado gitano de Ostrovany, Eslovaquia
.


Muros en el mundo

martes, 3 de noviembre de 2009

Gare suivante: Belgique


Este fin de semana estuve en Bélgica. Brujas, Gante y Bruselas.

Brujas de las tres, fue la que más me gustó. Mientras en España hay ciudades en las que prohíben circular en bicicleta por el centro, en la vieja Europa ocurre todo lo contrario, esos años de retraso se lo debemos a ese iluminado que tuvimos por jefe. Una ciudad con muchos edificios dignos de ser vistos una y otra vez, ya que no te cansas.













Entre avenidas y callejas se cuelan caminos de agua, con sus barcas llenas de turistas españoles, entre muchos otros. Esos canales por la noche, le prestan su función de espejo a los edificios iluminados, formando un
as de las imágenes que hacen que solo con eso, merezca la pena ese viaje.









Gante, viene en segundo lugar en la lista. Lluvia y viento, recordándonos que estamos en Europa en el mes de Noviembre, quizás sean esas cosas, las que le den ese encanto. También, como en Brujas, canales entre edificio
s, puentes y olor a chocolate caliente.

















Y en tercer lugar Bruselas. Casa de la monarquía del país más federal que conozco. Diferentes idiomas y diferentes administraciones sin que se rompa el país, curioso. Cervezas y más cervezas, como en el Delirium café y una plaza a la que cualquier adjetivo adulándola se queda corto.




















Todo esto, y muchos recuerdos de dos guerras que mataron a media Europa, Bélgica en el corazón. Baste con el fragmento de una obra maestra del cine para resumir todo esto. El respeto entre los diferentes pueblos, entre las diferentes lenguas, entre las diferentes razas, el respeto a la historia y a la diversidad de opiniones. Todos cabemos en este globo y lo diferente, es la nota de color que rompe la triste escala de grises.